sábado, 12 de diciembre de 2015


Hermanos ‘salvajes’

A veces
me quedo estupefacto
cuando pienso
en la vida de aquellos
seres “ancestrales”
que han hecho de la selva su holocausto
desnudos
carne de insectos
de serpientes
comidos por las fieras
ellos también casi fieras

se proclama:
tienen sus “derechos”
de vivir alejados
al aire libre
porque allí son felices
aunque se mueran cada día
aunque los persiga una sombra espantosa
cadena que nunca se rompe
y nunca los redime
diásporas de la selva
en perennes huidas

nosotros también de allá venimos
un día cualquiera
repetidos
desde el Neanderthal
y mucho antes
pero nos rescatamos
poco a poco
y nuestros cuerpos
alcanzaron preclaras dimensiones

¿por qué queremos
que nuestros hermanos
permanezcan en las miasmas
oprimidos por sí mismos
sin la racionalidad perfecta?

Especímenes para exhibir
su existencia ante el mundo
para que nos digan
ahí tienen que estar 
sin conocer el vestido
las letras los libros
las emociones cálidas
hechos a la intemperie

si así hubiera acontecido
con la primitiva humanidad
¿dónde estaríamos hoy?
bueno
en esas épocas no existían los DH
ni la libertad mal concebida
ni los congresos ni las naciones
ni los gobiernos corruptos
ni los imperios
ni las débiles naciones

pero ahora
ellos tienen el ‘derecho’
a ser impersonales
a morar como infrahumanos

¿es que nosotros sí tenemos derechos?

y por qué dejarlos solos en ‘sus’ derechos
a ultranza
a ellos los puros
que ni siquiera por asomo
aparecen en las estadísticas

no seamos hipócritas
de típica inconciencia
ellos nos necesitan
no los dejemos
confinados para siempre
o hasta que su raza
acepte el exterminio.
Galo Espinoza Orquera

lunes, 1 de septiembre de 2014


Los extraños motivos

No sé qué me domina
tengo dentro un misterio
y la sobra de un sueño
barajando los días
como en un sortilegio
que no tiene principio
ni la oscura vitrina
para exhibir mis trastos y mis huesos

no sé qué me domina
si nada se domina
a las claras presencias
de inocentes caídas
a esos duros reclamos
que me ha hecho la vida

no sé qué me domina
si la total angustia
o la acidez preclara
de forzada sonrisa

río cuando amanece
entre oraciones limpias
lloro cuando presiento
los inmensos destinos

pero es lo mismo
algo que me atosiga
algo que se revienta
sin pasión ni motivo
como el globo de un verso
que asciende
y de repente explota
sin alcanzar la altura.

Galo Espinoza Orquera
Del poemario: Los dilemas capitales

LA NADA


La nada

Siempre la tengo
en la punta de la lengua
una palabra obtusa
legendaria
como pan sin harina
como río sin agua
como ser sin amor
algo que nos despoja
de la misma esperanza
asta sin bandera
patria sin territorio

pero existe
no sé por qué
está en la dimensión de la duda
en los dedos azules del clamor
en los silencios del vacío

también aparece
en los cerebros fatuos
porque no piensan
creen que lo que tienen
es por su gloria
por su poderosa sabiduría
con su pretensión de aplastar el mundo

en la vivencia
de los héroes olvidados
pero que hicieron tanto
sin tener recompensa

reside en el deshecho rumbo
en los que regresaron
mordidos por el engaño
y no se atrevieron
a dar el último salto
estentóreo latido del crepúsculo
límite hacia donde partieron
la identidad y el furor del no ser

Galo Espinoza Orquera
Del poemario Los dilemas capitales

martes, 11 de febrero de 2014


ENCUENTRO CON LA VIDA


Espérame
en el camino
donde las florecillas
renacen cada día
y se huele el sudor
de los espinos
entre el suave perfume de los lirios.

Espérame  en la playa
humedecida
por el mar tempestuoso
mientras sueña
la balandra de plata de la luna.

Espérame en la tarde
antigua laxitud de mil caricias,
allí donde mi piel
se vuelve espiga
y comienza a madurar
el fruto de mi alma!
            Del poemario Efluvios del Alma

            GALO ESPINOZA ORQUERA

 

viernes, 2 de agosto de 2013


 
 
 

A MILAGRO EN SU CENTENARIO
 

 
Esta es mi tierra, soberana, altiva,
suelo donde el tesón se forja a diario,
palpita el corazón cosmopolita,
trasciende la amistad, prima lo humano.

Aquí surge mi anhelo redivivo,
estación del sudor en los sembríos,
en los frutos maduros que deleita
el reino del sabor en la garganta.

Lo dulce se transforma en heroísmo,
cuando el cantero se descuelga en cañas
cortadas por el vértigo de acero
en las mañanas con suspiros de hombre.

Y luego el vendaval de los ingenios
que exprimen con fruición el jugo exacto.
La fase terminal de la molienda
en los granos del azúcar blanco.

Emblema del terruño, nívea alcurnia,
la piña es la noción de la pureza.
Olorosa quietud que sabe a beso,
a emoción interior de la fragancia.
 
El follaje se nutre de horizontes
entre el pausado vuelo de las aves,
euforia de la paz  de las montañas
en el rito-arrebol de muchas tardes.
 
Así pregona la terrosa entraña
gigantes  vibraciones de bonanza.
La virgen contextura de mi tierra
ofrece al hijo su placer sin mancha.
 
Por todo lo presente y cotidiano,
por la flor que nos nutre de embeleso,
por la tranquilidad de trino y bosque
por la frase del agua y su constancia,

te amamos, Milagro, por tu ancestro
que vibra en cada esquina de tus calles,
vocación del progreso equidistante
de la lid primigenia del trabajo.
 
Milagro, sol y brisa, puño, siembra,
encanto de lo tierno y majestuoso,
asiento de culturas ancestrales
grabadas en la historia del progreso.

De allá venimos, gratitud del tiempo,
esencia de quehaceres habituales,
esfuerzo en el pináculo sagrado,
altar de lo fecundo sin crepúsculo.

Milagro, un milagro en la contienda,
que no desmayará, lucha y anhelo;
de rumbos incontables, de prístinas jornadas
para alcanzar el triunfo sin ocaso!

Nos pusimos de frente a este futuro
que nos encuentra en la fecunda estancia,
allí donde la fiebre de cultura
nos entrega su cáliz de optimismo.

La centuria nos marca la áurea meta
en la amplia dimensión de lo creado.
Ha transcurrido el tiempo paso a paso
relievando el concepto ciudadano.
 
Cien años que nos cubren la existencia,
cien soles, cien fulgores que nos marcan
el camino crucial que nos impulsa
con la mística fe que se hace eterna!

GALO ESPINOZA ORQUERA
 

viernes, 26 de julio de 2013


A Milagro


Mi linda  tierra, límpida esencia
con sus comarcas y sus recuerdos.
Grito de espacio, plantas y ocasos
donde dirimen  la luz y el sol.
 
Aquí reside la flor alegre, 
perfumes natos de su vergel.
Veo en la senda frutos maduros
brindando el néctar, rito de miel.
 
Piña madura, puñado-almíbar,
rútila estancia, suelo fecundo,
altura de árbol , cálida greda,
bellos paisajes, glauca ilusión.
 
Terruño afable, lumbre y esfuerzo,
cunde la savia, vive el folclor.
La lluvia rueda por las riberas,
corre entonando clara canción.
 
Yo nací en ella, bajo la luna,
la inmensa noche de mi pasión.
Surgió mi numen, mi ser costeño,
mi piel morena y mi emoción.
 
Fecunda tierra, gesta y ternura,
cántaro lleno de mi fervor.
Así es mi tierra, caña y cantero,
denuedo, esfuerzo, nítido amor.
 
Soy milagreño, de limo y alma,
siento la historia de mi parcela,
páginas llenas de afables líneas
donde se escribe mi inspiración.
 
Amo sus calles, ciudad pionera
donde se yerguen las alegrías
con los trajines de pasos rápidos
ante horizontes amplios de fe.
 
De aquí marchamos hacia el futuro
la frente altiva, las manos altas,
grácil  alianza con el progreso,
diáfana especie de nuestra acción!

 
GALO ESPINOZA ORQUERA

martes, 9 de julio de 2013


Nos están espiando
Desde los acechos de la audacia,
desde la roja frase del lamento,
desde la voz del trueno y del oleaje,
desde los objetos transparentes,
desde las calles taciturnas,
desde la condición inteligente.

Nos vigilan
para quitarnos de un zarpazo
el tesoro inicial de la caricia,
la individual presencia del instinto,
la luminiscencia de nuestro yo fecundo.

Nos están espiando...
Minuto a minuto, paso a paso,
para secuestrarnos
el mundo luminoso de la flor,
el perdón y el sagrado pan,
la inmensa sensación de lo creado,
el verde ramaje de los árboles,
los nidos y los vuelos primigenios,
la potestad de la oración.
Nos quieren despojar de la noción del tiempo,
la calidez de la alegría.
 
Nos envían mensajes autónomos
para doblegar nuestro albedrío.
hacernos sumisos de sus archivos claves,
esclavos, solos, atiborrados,
sin el valor del estoicismo.

Nuestros cerebros sin refugio
para pensar, amar, jugar, sonreír.
Enclaustrados en nuestro propio encéfalo,
neuronas esparcidas por la planicie de la nada.

Nos están espiando
con la invención macabra.
Quieren saber por dónde caminamos,
qué hacemos, qué nos repartimos
cada día, cada minuto.

La libertad transitaba espontánea
cuando sobre el planeta
no cundían los ingenios tenebrosos,
cuando el grito se esparcía por el universo.
Solo los ecos transgredían 
la intimidad del hombre legendario 

Estamos vigilados,
alguien nos capta el movimiento,
alguien que se parece a Dios,
alguien que tiene las espadas electrónicas
y nos marca las fronteras.

Las cúpulas del tiempo
sitúan las alturas primordiales,
estamos frente al monstruo
que se oculta y no aparece.

Estamos vigilados
en la tarde final del heroísmo
sintiendo la miradas punzantes
que nos hincan los poros.
 
Porque nadie sabe si algún día
seremos solo engendros,
robots de sentimientos.
¿Podremos comprimir nuestra materia
y nunca nos alcance
el nefasto rayo
que paralice nuestra esencia,
la tibia turbulencia de la vida,
la vehemencia de los puños?
Y el amor tenga su piel despierta,
manos cálidas que recorran nuestros cuerpos,
limpios ojos que nos miren
con el ímpetu de la causa infinita.
 
El paraíso está latente,
las aves aún tienen periplos inviolados,
la silvestre armonía cumple su ciclo exacto,
el ser humano entona sus nítidos concentos
para poblar su génesis en paz y poesía.

GALO ESPINOZA ORQUERA